Aprovechando el día de San José...
Padre, hace
poco me hablaron sobre el rol de San José, como padre y esposo. Yo no logro
sentir el mismo apego que siento por la Virgen María, hacia él. ¿Cuál es su
historia (sus padres, hermanos..) y por qué siento que la Iglesia no lo
promueve tanto, si también cumple un rol importante como protector de la
familia?
Para hablar
de San José podríamos partir diciendo que Dios mismo le confió la custodia de
sus tesoros más preciosos y más grandes, su Hijo el reconciliador de la humanidad, y su
Madre Santísima. San José, recibe de
Dios unos dones particulares para cumplir este llamado; sabemos por propia experiencia
que los dones los recibimos de Dios, pero es responsabilidad nuestra cooperar
con la gracia para hacerlos fructificar. Por lo tanto San José tiene que haber
sido un hombre que a lo largo de su vida cooperó con la gracia, y por eso fue
capaz de responder a lo que Dios le pedía.
Por otro lado podríamos decir que es natural que tu devoción a la Virgen María
sea más graden, pues Santa María es la única Inmaculada, privilegio que Dios le
concede en vista a su misión de ser quien llevará en su vientre a Dios hecho
hombre. Es comprensible, pero creo también que debemos tomar conciencia de la
gran misión que Dios le confía a este hombre. Digamos algo más de San José,
para ayudarte a crecer en tu devoción. Como hemos dicho es un hombre muy
virtuoso, por eso en la Sagrada Escritura se le llama “varón justo”(Mt 1,19),
en la Escritura el hombre justo era el santo. Sabemos también que su padre se
llamaba “Helí” (Lc 3,23). También leemos en los Evangelios que el Señor Jesús
es llamado “hijo de José” (Juan 1:45; 6:42) lo cual nos habla de que Jesús
vivía bajo la paternidad de San José. Frente a tu inquietud de la poca devoción
que has escuchado sobre el Santo Custodio, algunos dicen al hecho de querer
enfatizar la paternidad divina de Jesús, en la Iglesia y también a que en la Iglesia primitiva se
veneraba mucho a los mártires. Pero ya algunos santos como, San Agustín, San
Jerónimo y San Juan Crisóstomo, entre otros, nos hablan de San José, estamos
hablando del año 400 en adelante. Es más los Papas promueven la devoción de
este santo desde hace muchos siglos; por ejemplo, durante el pontificado de Sixto IV (1471 -
84), San José se introdujo en el calendario Romano para ser recordado el 19 de
Marzo. Entre otros León XIII, Juan XXIII, San Juan Pablo II, y el Papa
Francisco han hablado de la importancia de San José como protector de la
Iglesia, presentándolo como modelo de vida. Y hace poco, el Papa Francisco ha
pedido que se le mencione en todas las plegarías eucarísticas. Sí todavía no tienes una devoción grande a
san José, no te preocupes, poco a poco en la medida que medites sus acciones,
que encuentras en la Sagrada Escritura, y profundices lo escrito sobre él, irás creciendo en tu
devoción a este gran hombre que tuvo una gran misión en la historia de la
salvación. Algunos dicen que San José es el santo del silencio, porque no
encontramos palabras dichas por él, pero sí acciones, que nos manifiestan su
docilidad a Dios, y a sus palabras. Pienso que quizás es un ejemplo muy bueno para
nuestro tiempo, donde se dice mucho pero a la hora de actuar con coherencia y
de responder a los planes de Dios, nos falta demasiado. San José nos enseña que
antes que las palabras son importantes las acciones y la docilidad al plan de
Dios. Que este tiempo de Navidad sea también una ocasión para crecer en la
devoción al Santo custodio de la Sagrada Familia, de recurrir cada día más a Él
y pedir su intercesión por toda la Iglesia. Termino con la petición de Juan
Pablo II: “Que
san José sea para todos un maestro singular en el servir a la misión salvífica de Cristo, tarea
que en la Iglesia compete a todos y a cada uno: a los esposos y a los padres, a
quienes viven del trabajo de sus manos o de cualquier otro trabajo, a las
personas llamadas a la vida contemplativa, así como a las llamadas al
apostolado.”(San Juan Pablo II, Redemtoris Custos)